Con la llegada del verano, los campamentos, colonias y actividades de ocio llenan la agenda de muchas familias. Pero, a medida que aumentan estas propuestas, también lo hace la responsabilidad de quienes las organizan: garantizar que los menores estén siempre en entornos seguros y respetuosos.
Esta responsabilidad no es solo cosa del verano. Las entidades que trabajan con menores durante todo el año —ya sea a través del deporte, actividades educativas u otras propuestas— deben estar preparadas para detectar, prevenir y actuar ante cualquier forma de violencia y asegurar entornos seguros.
¿Qué debes saber?
Un marco legal claro: la Ley Orgánica 8/2021
La Ley Orgánica 8/2021, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia reconoce el derecho fundamental de los niños y adolescentes a crecer en entornos seguros y protegidos, libres de cualquier forma de violencia.
La ley establece que todas las entidades, empresas y profesionales que trabajen con menores deben:
- Disponer de un Protocolo de Protección a la Infancia.
- Formar adecuadamente al personal que tiene contacto directo con niños, niñas y adolescentes.
- Implementar medidas reales para prevenir y detectar situaciones de riesgo o abuso.
Además, contar con un canal de denuncias puede ser una herramienta clave para reforzar estas medidas y actuar con mayor agilidad ante cualquier situación de riesgo.
Otras normativas complementarias que refuerzan este marco legal:
- La Ley 26/2015, de modificación del sistema de protección a la infancia y la adolescencia.
- La Ley de Protección Jurídica del Menor (Ley Orgánica 1/1996), que recoge los derechos fundamentales para la infancia y adolescencia.
¿Qué es el Protocolo de Protección a la Infancia?
El Protocolo de Protección a la Infancia es un documento esencial para cualquier entidad que trabaje con menores. Incluye:
- Medidas de prevención para evitar posibles situaciones de violencia o abuso.
- Procedimientos claros para detectar situaciones de riesgo.
- Acciones para intervenir de manera adecuada ante cualquier indicio de maltrato, acoso o abuso.
- Estrategias para garantizar el respeto, la inclusión y la igualdad de oportunidades.
Este protocolo debe ser específico, adaptado a cada entidad y revisado periódicamente. Para reforzar los entornos inclusivos, es recomendable acompañarlo de un plan LGTBI que promueva la diversidad y la no discriminación.
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¿A quién afecta esta normativa?
La protección de los menores es un compromiso que afecta a todas las entidades y profesionales que trabajan con niños y adolescentes, independientemente de la época del año o de la actividad. Esto incluye:
- Clubs y escuelas deportivas.
- Federaciones y asociaciones deportivas.
- Centros de ocio y entidades juveniles.
- Centros culturales, academias y escuelas de música o danza.
- Actividades extraescolares, talleres y servicios educativos complementarios.
Por ejemplo, un club de fútbol o un campamento de verano deben tener este protocolo y formar a sus monitores. La normativa no hace distinciones: la protección de los menores es esencial en cualquier contexto.
La importancia de la formación del personal
Contar con un protocolo es solo el primer paso. El personal también debe estar específicamente formado para:
- Detectar señales de alarma, como cambios en el comportamiento, lesiones recurrentes o aislamiento social.
- Fomentar un entorno de respeto y confianza.
- Activar el protocolo en caso de detectar una situación de riesgo.
- Promover la inclusión y la diversidad.
Además de cumplir con la normativa, esta formación contribuye a crear entornos más seguros y de confianza tanto para las familias como para los niños. De hecho, la formación es una herramienta clave para prevenir otros riesgos en el ámbito laboral, como el acoso laboral y sexual.
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¿Cómo te podemos ayudar desde ON4?
En ON4 sabemos que implementar protocolos y formar al personal puede parecer un reto. Por eso, te acompañamos en todo el proceso: desde la redacción del Protocolo de Protección a la Infancia hasta su implantación y la formación de tu equipo.
Además, te asesoramos sobre la posibilidad de bonificar la formación a través de la FUNDAE, si se cumplen los requisitos. Juntos podemos garantizar que tu entidad sea un espacio seguro, inclusivo y respetuoso para todos los niños y adolescentes.
¿Quieres saber cómo implementar este protocolo en tu entidad?