Para que un profesional pueda planificar y desarrollar acciones formativas con el objetivo de que los destinatarios de la formación adquieran las competencias profesionales adecuadas, es necesario disponer de una serie de habilidades docentes que garanticen el éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje. Su actuación, por tanto, está planificada de manera flexible, proporciona orientaciones para el aprendizaje y la cualificación de los trabajadores, califica los procesos y evalúa los resultados obtenidos de dicho aprendizaje, va introduciendo modificaciones en la formación dependiendo las exigencias del entorno, para que de este modo, produzca una mejora en la formación del colectivo destinatario, generalmente personas adultas que participan en los planes de formación continua.

A través de este curso se pretende que estos profesionales adquieran los conocimientos básicos que le permitan programar eficazmente, impartir y evaluar las acciones formativas en las que intervengan como formadores.