¿Sabrías decirnos cuántos perfiles online tienes?
Piénsalo bien. Redes sociales, portales de empleo, cuentas bancarias, suscripciones a plataformas digitales… Cada uno almacena información personal y datos sensibles. Pero, ¿qué pasa con todo ello cuando fallecemos? ¿Quién puede acceder? ¿Se eliminan automáticamente?
Para responder a estas preguntas, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) establece en su artículo 96 un marco legal para gestionar nuestro legado digital y determinar qué ocurre con nuestros datos después de la muerte.
¿Qué es la herencia digital?
La herencia digital se refiere al conjunto de bienes, cuentas y derechos digitales que una persona deja tras su fallecimiento. Incluye activos de valor económico, como criptomonedas y plataformas de monetización, y elementos de carácter personal, como perfiles en redes sociales, correos electrónicos o documentos almacenados en la nube. Su gestión es clave dentro del derecho sucesorio y la protección de datos personales.
Uno de los principales retos en este proceso es el acceso a las cuentas del fallecido. Muchas plataformas digitales restringen el ingreso sin un procedimiento legal adecuado, y sus políticas de privacidad no siempre contemplan con claridad qué sucede tras la muerte del usuario. Sin un testamento digital, los herederos pueden enfrentarse a obstáculos legales y técnicos, lo que podría traducirse en la pérdida de información valiosa o incluso de activos digitales con valor económico.
La importancia de la herencia digital es cada vez mayor, y algunos medios digitales ya han empezado a implantar soluciones para gestionarla. Un ejemplo es La Vanguardia, que se ha convertido en el primer diario en ofrecer a sus lectores la posibilidad de gestionar un Testamento Digital del Lector, asegurando que sus comentarios y contribuciones puedan ser preservados o eliminados según su voluntad.
Herencia digital y la LOPDGDD: qué dice la ley sobre el acceso a los datos
El artículo 96 de la LOPDGDD establece que los herederos o personas designadas por el fallecido pueden solicitar el acceso, rectificación o supresión de sus datos personales. Esto les permite cerrar cuentas, recuperar información o gestionar los activos digitales según la voluntad del difunto.
Sin embargo, la normativa impone ciertas restricciones:
- Si el titular dejó instrucciones específicas sobre sus datos, estas prevalecen.
- No se permite el acceso si el usuario lo prohibió expresamente en vida.
- En el caso de menores o personas con discapacidad, la gestión recae en sus representantes legales o herederos.
Además, en Cataluña, la Ley 10/2017 permite designar a un administrador digital, una figura clave para garantizar el cumplimiento de la voluntad del fallecido en la gestión de su legado digital.
Te puede interesar: El testamento digital en la nueva Ley Orgánica 3/2018
Importancia del testamento digital
Para evitar problemas en la gestión de la herencia digital, cada vez más expertos recomiendan la elaboración de un testamento digital. Este documento permite:
- Especificar qué debe hacerse con nuestras cuentas y datos tras el fallecimiento.
- Designar a una persona de confianza para gestionar nuestra herencia digital.
- Indicar qué servicios deben cerrarse y cuáles deben transferirse.
- Facilitar el proceso para los herederos, evitando conflictos y asegurando una transición ordenada.
El testamento digital no solo simplifica la gestión de los bienes digitales, sino que también protege la privacidad del fallecido y previene el uso indebido de sus datos personales. Sin una planificación adecuada, los herederos pueden encontrarse con barreras legales y técnicas que dificulten el acceso a cuentas importantes, como correos electrónicos, almacenamiento en la nube o, incluso, monederos de criptomonedas.
Además, muchas plataformas digitales tienen sus propias normativas sobre cuentas inactivas o de personas fallecidas. En algunos casos, esto puede derivar en la eliminación automática de cuentas, lo que podría suponer la pérdida de documentos personales, fotografías familiares y otros archivos de valor sentimental o económico.
Un testamento digital bien estructurado también ayuda a evitar disputas entre herederos sobre el destino de activos digitales. Esto es especialmente relevante en el caso de ingresos generados en plataformas digitales, derechos de autor o contenidos monetizados.
Por ello, la planificación del testamento digital es esencial. No solo garantiza que los deseos del fallecido se cumplan, sino que también reduce la carga emocional y administrativa de los herederos en un momento difícil.
Te puede interesar: Herencia 2.0. Explorando los límites legales del testamento digital
¿Cómo gestionar la herencia digital de forma efectiva?
Para asegurar que nuestros datos y activos digitales sean gestionados según nuestra voluntad, es fundamental seguir estos pasos:
1 | Haz un inventario digital
Elabora una lista detallada de todas tus cuentas, activos y servicios digitales, con sus respectivas credenciales de acceso. Si es posible, indica dónde se almacenan los archivos o datos importantes y qué se debe hacer con ellos tras el fallecimiento.
2 | Redacta un testamento digital
Este documento debe contener directrices específicas sobre qué hacer con cada cuenta: ¿Deben eliminarse, transferirse o mantenerse activas? ¿Qué ocurre con información confidencial o cuentas con valor económico? ¿Cómo se gestionarán los ingresos de plataformas digitales?
3 | Nombra un albacea digital
Designa una persona de confianza que se encargue de ejecutar tu testamento digital. Puede ser el mismo albacea de tu testamento tradicional o alguien con conocimientos en el ámbito digital.
4 | Revisa las políticas de cada plataforma
Algunas plataformas como Facebook, Google o Apple permiten designar un contacto de legado o establecer preferencias sobre qué sucede con la cuenta tras el fallecimiento del usuario. Consultar y configurar estas opciones puede facilitar la gestión posterior.
5 | Utiliza herramientas de almacenamiento seguro
Para proteger contraseñas y documentos importantes relacionados con la herencia digital, se pueden utilizar gestores de contraseñas o servicios de almacenamiento encriptado que permitan compartir el acceso de manera segura con los herederos o albaceas.
6 | Informa a los familiares y al asesor legal
Es clave que tus familiares o asesores de confianza sepan que existe un testamento digital y qué procedimiento deben seguir para ejecutarlo sin complicaciones.
7 | Actualiza regularmente el testamento digital
A medida que adquieras nuevos activos digitales o crees nuevas cuentas, revisa y actualiza tu testamento digital para que refleje tu situación actual.
Planificar la gestión de la herencia digital es clave para proteger nuestro legado online y asegurar que nuestros deseos se cumplan tras nuestra muerte.
Aún hay poca conciencia sobre la importancia de incluir los activos digitales en los testamentos tradicionales, lo que puede generar problemas para los herederos en el futuro. Gracias al artículo 96 de la LOPDGDD, la legislación española ofrece un marco que permite a los familiares gestionar el acceso y la eliminación de datos del fallecido.
Si quieres más información, no dudes en contactar con nosotras.